VII Tertulia

Wellington en Cádiz

La visita, mejor, las dos visitas que hizo Wellington a Cádiz no son más que un breve apartado de la presencia de Inglaterra en España durante la Guerra de la Independencia (1808 - 1814).

Arthur Colley Wellesley, Duque de Wellington y de Ciudad Rodrigo y vizconde de Talavera, había nacido en Dublín en 1769. Participó en la campañas de Bélgica y la India, donde accedió al generalato. De regreso a Inglaterra fue elegido diputado y desempeñó la secretaría del Virrey de Irlanda. Al inicio de la Guerra de la Independencia marchó a Portugal, expulsando al general Soult de la zona oeste del Duero. En 1812 tomó las ciudades de Ciudad Rodrigo y Badajoz y, tras su victoria en los Arapiles, las Cortes de Cádiz acordaron concederle el mando supremo de las tropas nacionales. De pensamiento conservador, frío y distante, criticó duramente al pueblo español y a sus instituciones, no dejando títere con cabeza al referirse a la ineficacia de la administración, la cobardía de las tropas y el egoísmo del pueblo.

Estuvo por primera vez en Cádiz, durante cuatro días, a principios de noviembre de 1809, debido a ciertas diligencias relacionadas con su hermano, primer marqués de Wellesley y embajador en España, así como satisfacer su curiosidad de conocer la ciudad. Volvió por segunda vez el 24 de diciembre, siendo ya Duque de Ciudad Rodrigo, alojándose en la calle Veedor núm. 3. Fue objeto de todo tipo de agasajos, como el suntuoso baile con que le obsequió en el Casa de Misericordia la nobleza de España y del que se cuenta sabrosas anécdotas. Por su parte, la Regencia le ofreció un banquete oficial y el 30 de diciembre las Cortes le recibieron solemnemente en una sesión especial.

Wellington salió de Cádiz el 9 de enero de 1813, dirigiéndose a Lisboa por Sevilla y Badajoz. Su última campaña en España fue la de los Pirineos y todavía, entre el 24 de mayo y el 5 de junio de 1814 estuvo en Madrid con el fin de convencer a Fernando VII para que refrenara su reacción contra los liberales. Vencedor de Napoleón en Waterloo en 1815, siguió con cierta expectación la revolución de Riego y los acontecimientos del Trienio Liberal, no haciendo nada por impedir la invasión de España por el Duque de Angulema. A partir de 1828 fue sucesivamente Primer Ministro, Ministro de Asuntos Exteriores y Comandante General de las Fuerzas Armadas. Murió en Walmer- Castle, condado de Kent, en 1852. 

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PRENSA: Diario de Cádiz